Coincidiendo con la fiesta de la Presentación del Señor y bajo el lema “Caminando juntos”, el pasado miércoles, día 2 de febrero, tuvo lugar la Jornada de la Vida Consagrada.
En nuestra diócesis, lo celebramos con una Eucaristía en el convento de Sancti Spiritus de Astorga a las 7 de la tarde, presidida por nuestro Obispo, D. Jesús Fernández. Con él concelebraron el nuevo Delegado Episcopal para la Vida Consagrada, Juan José Prieto, el capellán de dicho convento, D. Blas Miguélez y D. José Canseco. Asistió un nutrido grupo de miembros de la Vida Consagrada de la ciudad, tanto de las diferentes Congregaciones religiosas como de Institutos Seculares, acompañados de los fieles que se quisieron sumar a esta celebración.
Comenzamos con la bendición de las candelas y seguidamente la celebración de la Eucaristía. En la homilía, el Sr. Obispo resaltó, entre otras cosas, la necesidad de que la Vida Consagrada haga suya la perspectiva eclesial de la sinodalidad. Jesucristo era un hombre de caminos, nos dijo; por eso, recorría los caminos acompañado de sus discípulos y se hizo presente en su camino hacia Emaús. Destacó cómo el caminar del consagrado ha de ser también acompañado en las dimensiones fundamentales de la consagración a través de la llamada recibida, la escucha de la voz del Espíritu y de los hermanos, la comunión con los demás y, sobre todo con la Iglesia local y la misión colaborando en las distintas áreas pastorales de la diócesis.
Después de la homilía, las personas consagradas allí presentes, renovaron su consagración mediante unas oraciones confeccionadas para el momento, en las que intervinieron miembros de las distintas familias religiosas asistentes. Al final de la misa, el Delegado para la Vida Consagrada agradeció al Sr. Obispo su presencia compartiendo este rato de oración con los participantes. También a las religiosas Franciscanas del convento de Sancti Spiritus que con total disponibilidad y muy contentas, desde el primer momento, nos abrieron las puertas de su casa; a los sacerdotes concelebrantes y a todas las personas de Vida Consagrada y fieles que compartieron juntos esa celebración festiva, así como a todos los consagrados que, desde los diferentes puntos de la diócesis, se unieron a nosotros en la oración.
A la salida de la celebración, el nuevo Delegado pidió que los miembros de la Vida Consagrada, allí presentes, se quedaran unos minutos para poder saludarles personalmente, pues era la primera ocasión que tenía de encontrarse con ellos después de su nombramiento en el mes de septiembre pasado.
Con la esperanza de que las circunstancias cambien en el futuro, deseamos poder tener alguna celebración a un nivel más amplio en la diócesis para poder encontrarnos e iniciar caminos juntos que nos lleven al encuentro con el Maestro, con los hermanos y con nosotros mismos en los diferentes senderos que nos muestra nuestra Iglesia.
Juan José Prieto Villoria
Delegado Episcopal para la Vida Consagrada
