«No se trata solo de migrantes» es el lema de la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado 2019. Este año se celebra con una novedad: la Santa Sede hacía público el pasado mes de noviembre la decisión de cambiar de enero al último domingo de septiembre la Jornada, respondiendo a la petición de varias Conferencias Episcopales.
La fecha es distinta, pero el objetivo es el mismo: sensibilizar sobre la acogida a los migrantes y refugiados que «no son un peligro, sino una ayuda que nos enriquece», recuerdan los obispos de la Comisión Episcopal de Migraciones en su mensaje para la Jornada. También reclaman en su escrito que se traten de erradicar y prevenir situaciones de vulnerabilidad o la desatención de los derechos humanos.
Ante esta jornada nos viene al recuerdo la imagen de nuestro obispo, D. Juan Antonio, quien fuera presidente de la Comisión Episcopal de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española. Él que tanto sabía de esta dolorosa realidad que es la de la migración, él que tanto amaba poder trabajar por y para ellos en esta comisión.
En el mensaje que los obispos han escrito con motivo de esta jornada lo recuerdan diciendo: “Cómo le dolía a nuestro presidente, D. Juan Antonio, fallecido inesperadamente hace unos meses, que grupos que se presentaban como afines a los cristianos quieran convencernos de que, en vez de defender a los inmigrantes, hay que defenderse de ellos. Y cómo alentaba a los medios de comunicación social sobre “la necesidad de formar, informar y crear conciencia sobre la movilidad humana, sin silenciar la aportación positiva que la inmensa mayoría de los migrantes hace al país que los acoge en todos los planos: económico, cultural y también en el religioso, rejuveneciendo y revitalizando nuestras parroquias y comunidades”. Por eso, el mejor homenaje que podemos ofrecer a D. Juan Antonio, junto a nuestra oración fraterna y esperanzada, es seguir en esta tarea de acoger, proteger, promover e integrar a los hermanos emigrantes, como nos viene marcando con coraje de pionero y, sobre todo, con alma de pastor, el Papa Francisco.