En la mañana del viernes 24 de agosto ha tenido lugar la apertura del horno árabe del Museo Alfar de Jiménez de Jamuz en el que se ha realizado la primera partida de ladrillos diseñados por Gaudí.
Un acto en el que han participado el director del Palacio de Gaudí, Víctor M. Murias, quien ha resaltado que éste “es un reflejo fiel de todo lo que queremos transmitir como es conservar los valores, la tradición y el arte de la provincia de León. Esperamos que sea el inicio de una apuesta de futuro de promoción de Gaudí, del Palacio y también del Museo Alfar”.
La hornada, con 100 piezas de cada uno de los dos moldes originales realizadas por el maestro alfarero del museo, fue introducida hace una semana y en esa misma mañana se ha comprobado cómo ha salido. tras el proceso habitual que se sigue realizando desde hace 100 años según ha confirmado el alcalde de la localidad, Jorge Fernández, “no son réplicas, seguimos haciendo el auténtico ladrillo que vio Gaudí en el mismo sitio donde él pisó”.
Este prodcuto exclusivo podrá adquirirse en la tienda del Palacio y en el Museo Alfar aunque todavía queda por concretar su precio.
1º.Se elabora la pieza.
2º. Se deja secar a la sombra bastante tiempo.
3º Se deja secar al sol un poco tiempo.
4º Se acumula la cantidad suficiente para llenar el horno
5º Se bañan las que van vidriadas con minio, original de la época.
6º Secado.
7º Se meten al horno con el resto de piezas.
8º se enciende 10 horas de fuego, 4 de templa para que toda la estructura del horno adquiera una temperatura y después otras ocho horas de cocción recio. Este proceso requiere cuatro carros de madera de urz o brezo, ya que es el único combustible quealcanza los 1000 grados.
9º Una vez se ha atizado, se deja reposar hasta que el alfarero considera que el fuego ha sido suficiente y que el minio ha sacado su brillo.
10º Dos-tres días después se saca la producción del horno que ha sido previamente tapiado.
Moldes orginales y primera partida de ladrillos