“QUIEN MÁS SUFRE EL MALTRATO AL PLANETA NO ERES TÚ.
COLABORAR ESTÁ EN TU MANO”
CARTA A LAS PARROQUIAS Y COMUNIDADES CRISTIANAS DE LA DIÓCESIS
Queridos diocesanos:
Desde el comienzo de la propia Iglesia los cristianos estamos convencidos de que luchar por un mundo mejor no es algo utópico o descabellado sino que forma parte de nuestra propia identidad, porque un mundo más justo, más fraterno, más solidario se asemeja al ideal en el que nos mandó perseverar el mismo Jesús: “Buscad sobre todo el Reino de Dios y su justicia; y todo lo demás se os dará por añadidura” (Mt 6,33).
A lo largo del año 2020 MANOS UNIDAS nos vuelve a interpelar sobre nuestra responsabilidad de avanzar en la concreción de este plan de Dios sobre la humanidad en la que no caben el hambre, la pobreza o la injusticia en la distribución de los bienes, ni la imposibilidad de acceso a los recursos básicos para vivir dignamente, ni tampoco la agresión destructora del planeta.
MANOS UNIDAS, como Asociación de la Iglesia Católica en España para la ayuda y promoción de los países en vías de desarrollo, a través de su activa delegación en nuestra diócesis de Astorga mueve las manos de sus voluntarios, los corazones de los cristianos y la conciencia de todas las personas e instituciones de buena voluntad para cumplir la finalidad con la que nació hace ya más de sesenta años: dar a conocer y denunciar la existencia del hambre y de la pobreza, sus causas y sus posibles soluciones, procurando reunir medios económicos para financiar los programas, planes y proyectos de desarrollo integral dirigidos a atender estas necesidades.
EL DETERIORO DEL PLANETA CAUSA TAMBIÉN POBREZA
El lema que guiará la finalidad y los esfuerzos de la 61ª Campaña de este año 2020 en las diversas parroquias, colegios y grupos cristianos de la diócesis, y que servirá también para la sensibilización de las personas y otros colectivos y grupos de la sociedad es el siguiente: “QUIEN MÁS SUFRE EL MALTRATO AL PLANETA NO ERES TÚ. COLABORAR ESTÁ EN TU MANO”.
Con un mensaje centrado en el cuidado de la «casa común» y la relación que existe entre el deterioro del planeta y la pobreza de las comunidades más vulnerables, la pretensión principal, en consonancia con lo que el Papa Francisco nos dice en la encíclica Laudato si', es atender a estos dos clamores: el de los pobres que viven en condiciones indignas y el de la tierra que sufre el expolio y el daño progresivo.
Hay muchos factores que intervienen en el deterioro del planeta: el cambio climático, la tecnocracia deshumanizada, el consumismo ciego o el relativismo ambiental: pero, sobre todo, lo que más nos debe preocupar siempre es la crisis humana con los elementos que provocan las heridas que matan la dignidad de las personas y la esperanza de los pueblos: el egoísmo, la avaricia, la corrupción, las injusticias o el triunfo de la cultura del descarte. En todo ello quedan relegados a un plano secundario los grandes principios que deben sostener la lucha por un mundo más habitable y humano y que MANOS UNIDAS intenta priorizar, como son: el bien común, la solidaridad, el reparto justo de la riqueza, el respeto a los demás, el desarrollo sostenible o las relaciones fraternas. Todo parecen argumentos sabidos y viejos, pero hacer un mundo nuevo nunca deber ser sólo cosa de otros, sino que es algo que necesita una constante dosis de perspectiva cristiana e implicación personal.
DOS PROYECTOS DIOCESANOS PARA MEJORAR EL MUNDO
A cada uno de nosotros, como siempre, MANOS UNIDAS nos hace un llamamiento a colaborar. En nuestro caso, la delegación diocesana de Astorga nos invita a ayudar a financiar dos proyectos de cooperación y desarrollo, ambos en África: uno en la región de Balaka en Malawi, que pretende mejorar la calidad de la educación en una zona muy pobre ampliando las aulas y construyendo un nuevo edificio de administración en una escuela para 2.500 alumnos (69.840 €); y otro junto al lago Volta en Ghana para la construcción en un centro de salud de un edificio dedicado a laboratorio, farmacia, y otros servicios médicos, con su mobiliario y equipamiento correspondiente, con el fin de mejorar la cobertura sanitaria en una zona especialmente pobre y sin las infraestructuras adecuadas (72.747 €).
Durante los próximos meses las delegaciones comarcales de MANOS UNIDAS se volcarán para conseguir estos objetivos de ayuda a los que están muy lejos de nosotros en la distancia geográfica, pero ya desde ahora muy cerca en el corazón. Para ello promueven múltiples iniciativas solidarias –muchas de ellas ya muy tradicionales y con gran participación popular–, en las diversas zonas y parroquias de nuestra diócesis. Además de la concienciación el día del Ayuno Voluntario (7 de febrero) y la colecta en las Misas del domingo propio de la Campaña contra el Hambre 2020 (9 de febrero), organizan cenas y comidas solidarias, charlas, celebraciones y operación bocata en los colegios, actos de sensibilización, marchas solidarias, etc. Todo esto quiere contribuir a poner varios granos de arena en el montón de la fraternidad diocesana.
Como nos recuerda el Papa Francisco, “cuando hablamos de dignidad y promoción humana son inseparables la preocupación por la naturaleza, la justicia con los pobres, el compromiso con la sociedad y la paz interior”. Este año nos vuele a tocar demostrarlo. Gracias a todos por atreveros una vez más a afrontar el reto.
Recibid un saludo fraterno.
José Luis Castro Pérez
Administrador Diocesano de Astorga - Sede Vacante
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