Con este lema Cáritas presenta un año más la realidad de indignidad a la que se ven sometidas muchas personas, las llamadas “personas sin hogar”, y que denunciando dicha situación nos llama a “no pasar de largo” y hacer todo lo que esté a nuestro alcance exigiendo y trabajando para que nadie se quede fuera de la cobertura de los derechos humanos, en este caso, EL DERECHO A UN HOGAR.
Sobre la Casita de San José de Astorga
Es un albergue de corta estancia, dependiente de Cáritas Diocesana de Astorga, que lleva 36 años en funcionamiento.
Desde enero hasta agosto de 2022 se han antendido en este centro a 149 personas de las cuales 122 han sido hombre y 17 mujeres, con una media de edad entre 45 y 60 años. El 74% de las personas atendidas son de origen español, principalemnte de Castilla y León, Asturias y Galicia.
Además de la Casita de San José, la diócesis de Astorga cuenta con el albergue y comedor social "San Genadio" en Ponferrada, un comedor y ropero en Bembibre y otro en el Barco de Valdeorras.
Algunas notas de esta sangrante realidad:
• Al menos 33.000 personas viven sin hogar en España.
• el 2,3% de los hogares sufre algún tipo de amenaza de expulsión de su vivienda.
• El porcentaje de hogares que vive en zonas marginales se cuadriplicó en los últimos tres años.
• 1 de cada 5 hogares en el Estado español sufre exclusión residencial. El 2,3% del total de hogares sufre algún tipo de amenaza de expulsión de su vivienda.
• Notable crecimiento de las situaciones de insalubridad o entornos muy degradados en infravivienda (del 3.20 al 7.22%).
• 10% de los hogares no tienen calefacción en la vivienda. 9% de los hogares no pueden mantener la temperatura necesaria.
La realidad de las personas sin hogar abarca no solo a personas con la ropa raída, con problemas de alcohol o drogas que viven a la intemperie o recorriendo los diversos centros de acogida que instituciones como Cáritas y algunas otras ponen a su disposición, haciendo que en algunas ocasiones vuelvan a disfrutar de la experiencia de ser acogidos, llamados por su nombre y en un ambiente humanizador. Abarca también a personas con las que nos cruzamos en la calle, como tú y como yo, con los mismos derechos y necesidades que necesitan los mismos espacios de encuentro, vinculación y celebración que nos recuerdan nuestra esencia. Y un hogar digno es imprescindible para ello. Pero muchas de estas personas no lo tienen. Tener un hogar es mucho más que tener un techo. ¡Nadie excluido de este derecho!
El problema es de gran envergadura y para abordarlo es necesaria la implicación de todos: ciudadanía, medios de comunicación social, servicios sociales, administraciones, iglesias… a fin de que entre todos hagamos posible que nadie quede fuera de cobertura social.
La campaña de este domingo es una manera de ayudarnos a tomar conciencia y sensibilizarnos en esta vorágine de individualismo consumista e indiferente ante la situación de las personas sin hogar o viviendo bajo un techo en condiciones tan indignas que son un clamor que requiere inmediata atención. ¡Rememos mar adentro!
El Delegado Diocesano
Francisco Turrado