El día 26 de diciembre, fiesta de la Sagrada Familia, el Obispo diocesano Mons. Jesús Fernández se trasladó a La Bañeza, concretamente a la iglesia de Santa María, donde tuvo lugar la celebración diocesana de la Jornada. Concelebraron la Eucaristía con él el párroco D. Jerónimo Martínez, el vicario parroquial D. Álvaro Lobato y el sacerdote D. Miguel. Además de la celebración eucarística, el Obispo bautizó a una niña, destacando así la dimensión familiar de la propia Iglesia que acogió a una nueva hija por el agua y el Espíritu Santo.
En su homilía, el Obispo destacó el carácter modélico de la Sagrada Familia y propuso algunos caminos para fortalecer la institución familiar en un momento tan delicado como el presente. En primer lugar, habló de la importancia del amor entre los esposos como testimonio valiosísimo para los propios hijos; también del amor de los padres hacia los hijos y viceversa. Destacó también la importancia de cuidar la comunicación en profundidad, no sólo para acordar acciones y tareas. Hizo hincapié en la necesidad de convertir el hogar en Iglesia doméstica donde se ayuda a conocer a Dios, se ora y se celebra la fe. Finalmente, invitó a las familias asistentes a abrirse a otras familias necesitadas de bienes materiales, sociales, culturales y, sobre todo, del don de la fe, animándolas a ser testigos fieles y valientes del evangelio de la familia.