Como cada año, el 27 de julio se celebró en el Seminario de Astorga la Jornada del Misionero Diocesano y como dijo en su homilía el Sr. Obispo Don Jesús, “Es un día alegre para nosotros y sencillo, como la vida de los misioneros sencilla pero llena de riqueza, profundidad y hondura”.
Tras la bienvenida en el seminario, nos acercamos a la Catedral, donde su Dean, D. Fco. Javier Gay tuvo la gentileza de hacernos una visita guiada, muy enriquecedora y especial, incidiendo no tanto en su “valor artístico” como en su valor teológico. De vuelta en el seminario y tras departir agradablemente entre todos, comenzó la Eucaristía presidida por el Sr. Obispo, y concelebrada por el delegado de misiones y algunos misioneros y sacerdotes de la diócesis.
El Sr. Obispo les dio la bienvenida y entre otras palabras les agradeció su asistencia y les hizo saber que nos sentimos reforzados con su testimonio, añadiendo que “nos gusta que nos tengáis presentes cuando os vais” …. “El hermoso testimonio de nuestros misioneros a veces duro, otras alegre y ejemplarizante, dejándolo todo atrás, para vivir a veces en situaciones violentas, problemáticas y peligrosas, pero sembrando la palabra de Dios por donde van.” También nos pidió fe para descubrir al Señor en las cosas pequeñas de nuestra vida … hizo mención de los misioneros laicos con una función maravillosa y de los misioneros religiosos de los que dice ve que tienen “otra mirada, más profunda, porque su fe no busca lo espectacular, porque la mirada del misionero religioso va más allá, al fondo del corazón, viendo el sufrimiento de la gente, con unos pies más rápidos para llegar a sus problemas y con un corazón más generoso.” Acabó diciendo que hay que pedir al Señor esa “mirada de fe” que los misioneros dirigen a los pobres que piden ayuda.
Tras la Eucaristía una comida fraterna en la que nuestros misioneros nos hablaron de sus experiencias en los territorios donde desarrollan su “Misión”. Todos ellos con esa mirada alegre y esperanzadora que transmite FE con mayúsculas.
Nuestros misioneros son un estímulo y un ejemplo para los católicos de nuestra diócesis y nos debe ayudar a ser cada día más “misioneros”.
Como siempre GRACIAS a todos ellos por su labor abnegada y desinteresada.
