Del jueves 4 al domingo 7 de julio tuvo lugar, en Guadarrama, el curso de formación de agentes de Pastoral de Familia y Vida que se celebra anualmente, y que reúne a los mencionados agentes de Pastoral de todas las diócesis de España.
De nuestra diócesis acudieron también representantes de la delegación, participando en unas jornadas de formación, consistentes en ponencias y puestas en común, que en este presente año versaron sobre la Pastoral de la vida humana, a la luz de la declaración Dignitas Infinita. Declaración que nos invita a defender la dignidad de toda persona humana, dignidad que poseemos durante toda nuestra vida, en cada momento de nuestra existencia, y que nos corresponde por el mero hecho de ser seres humanos, sea cual sea nuestra condición, raza, sexo o circunstancias particulares, como deficiencias físicas, mentales, morales…
Las jornadas de formación, así pues, fueron una formación de la defensa de esta dignidad en todos los estadios de la vida, tanto en un sentido cronológico, como circunstancial ante diferentes adversidades a la que la realidad nos lleva.
Por ello, una de las primeras ponencias versó sobre la Pastoral al inicio de la Vida humana. La dignidad de la vida humana empieza por defender el derecho a la propia vida, derecho truncado por la práctica del aborto, haciendo hincapié en que la vida comienza desde el primer momento en el que se produce la concepción de un nuevo ser, sin dejarnos confundir por fechas ni momentos que pretenden, e incluso ya nos han implantado.
Defensa de la dignidad de la vida en momentos y circunstancias difíciles de la misma. Mesa redonda sobre experiencias en acompañamiento de personas en situaciones de vulnerabilidad, dejando ver la perdida de dignidad en las vidas de mujeres maltratadas, víctimas de la prostitución, etc. También en menores víctimas de un hogar desestructurado, etc. Y mesa redonda sobre como es atacada la dignidad de nuestros niños, adolescentes, jóvenes víctimas del bulling, o ciberbulling; dependencias como la drogadicción, la ludopatía, y como pueden derivar todas estas circunstancias en lo más grave: el suicidio. Necesario acompañar en estas situaciones, porque aún en ellas, la dignidad de la persona nunca se pierde.
Finalizó esta formación con la Pastoral al final de la vida humana. Los cuidados paliativos no solo son para paliar el sufrimiento físico, dolor, sino también un sufrimiento espiritual, existencial, e incluso social: ¿qué será de los mios, cuando yo no esté? Acompañamiento para una muerte digna, ayudando a evitar estos tipos de sufrimiento.
También se presentó el nuevo material para el llamado KTM, el catecumenado para la vida matrimonial. Preparación de los novios al matrimonio, no solo en los instantes previos a la celebración de dicho matrimonio, sino con intención de ser una verdadera preparación más acorde a la importancia del Sacramento al que quieren acceder.
En este sentido nuestra Diócesis ya se ha puesto manos a la obra, celebrando unas reuniones y formación más amplias durante el curso pasado, así como un fin de semana de convivencia y formación.
Delegación de Familia y Vida
