El 11 de noviembre se celebra el Día de la Iglesia Diocesana. Dando continuidad a las campañas de los dos últimos años, el lema es “Somos una gran familia CONTIGO”. Una gran familia en la que todos debemos colaborar y contribuir para que tu parroquia funcione. Todos somos uno a la hora de construir la gran familia de la Iglesia. Todos somos corresponsables de su labor y de su sostenimiento. Todos somos la gran familia de los hijos de Dios. ¿Cómo podemos colaborar? Cada uno aportando lo que tiene: nuestro tiempo, nuestras cualidades, nuestra aportación económica. Nuestra parroquia necesita nuestra ayuda para seguir ayudando a los demás.
Tal y como nos dice el ecónomo diocesano, D. Celestino Mielgo, en el día de la Iglesia Diocesana el ámbito es el parroquial y el objetivo es profundizar en el sentido de pertenencia, una llamada a colaborar con la parroquia y con sus necesidades. Ese es el sentido de “sostenimiento de la Iglesia”. No se trata solo de una colaboración económica, sino de comprometernos con todo lo que mi parroquia y mi diócesis pueden necesitar de mí. Por eso, el lema de la campaña, que se va desarrollando en meses y en años sucesivos en torno al sostenimiento de la Iglesia, es el concepto de “familia”: “Somos una gran familia contigo”. Es la unión de lo comunitario y de lo personal, de la necesidad de mi parroquia, de mi diócesis y de mi comunidad junto con mi respuesta personal a esta necesidad.
En la presentación a los medios de comunicación de la jornada el ecónomo destacaba la idea de crear un Fondo de solidaridad diocesano cuyo objetivo es que las parroquias con más medios colaboren con las que menos tienen, teniendo en cuenta que el 90% de las parroquias de la diócesis no superan los 100 habitantes.
Toda la información relativa a los datos diocesanos está recogida en la revista Nuestra Iglesia
