“La familia, escuela de comunión”
XIV Encuentro de Laicos y Obispos de la Provincia Eclesiástica
“La familia, escuela de comunión” es el tema que reunió a casi 150 laicos de las cuatro diócesis que componen la Provincia Eclesiástica: Astorga, León, Santander y Oviedo en el XIV Encuentro de Laicos y Obispos de la Provincia Eclesiástica, que tuvo lugar el pasado sábado, 29 de octubre.
Se trata de una reunión de carácter bianual, que se celebra habitualmente en el Seminario de Oviedo, como también sucedió en esta ocasión.
De nuestra diócesis participaron 30 personas representantes de Cursillos de Cristiandad, Shoenstatt, Acción Católica, Delegación de Juventud, Delegación de Familia, Equipos de Nuestra Señora, ANFE … acompañadas del Sr. Obispo.
La jornada dio comienzo con una introducción del Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz. A continuación, el Obispo de Astorga, Mons. Juan Antonio Menéndez, introdujo a Mons. Manuel Sánchez Monge, Obispo de Santander, autor del libro “Seréis una sola carne”, que fue el encargado de impartir una conferencia precisamente sobre el tema de la jornada. En su intervención mencionó las publicaciones básicas de la Iglesia para la Pastoral Familiar: “Amoris Laetitia”, del Papa Francisco, “La familia, santuario de la vida y esperanza de la sociedad”, un documento de los obispos españoles del año 2001, y la “Familiaris Consorcio”, de Juan Pablo II.
Quiso dejar claro, también que “La Iglesia no está aquí para defender a la familia tradicional, moderna o postmoderna, sino que estamos trabajando para que la familia responda al ideal del Evangelio. Eso es lo que a nosotros nos interesa, y es, desde luego, algo más que progresista, porque está por encima del tiempo. Es el designio de Dios, el sueño de Dios sobre la pareja humana y lo que ésta es capaz de engendrar por amor, que son los hijos, además de los abuelos, los hermanos o los tíos”.
El Obispo de Santander tocó también uno de los temas que más preocupan a los laicos, tal y como se hizo patente más tarde, en las conclusiones del trabajo de grupos. “¿Qué acompañamiento se hace a los matrimonios jóvenes?”. “La pastoral familiar –dijo- no es un lujo de las parroquias grandes. Allí donde haya matrimonios y familias, la Iglesia tiene que acompañar, tanto a los que se preparan al matrimonio como a los que ya se han casado. ¿Por qué un sacerdote tiene tantos años de preparación y un matrimonio con cinco charlas ya se considera que está preparado para casarse? Es un toque de atención que no debemos dejar pasar”, destacó.
Y fue precisamente ése el tema que más se repitió en el trabajo de grupos: la acogida y el seguimiento a las familias por parte de las parroquias. Algo que se debería considerar como una prioridad en las parroquias, así como la acogida y la escucha de las nuevas realidades familiares, la formación de matrimonios para poder llevar a cabo estas nuevas tareas, y el estudio de la Amoris Laetitia, así como la Catequesis familiar.
