“No es por lo que eres
Es por lo que transmites.
Ahí está tu magia”.
El día 4 de mayo del 2019, se llevó a cabo el Encuentro anual de Catequistas en La Bañeza.
La respuesta de las diferentes parroquias de la Diócesis, fue sorprendente, llegamos a ser 103 personas de Galicia, Zamora y León.
El buen ambiente que se creó fue el resultado de muchos factores:
• Gente con ganas de compartir acoger, aprender, escuchar, reír, ayudar,…
• Facilidades de los representantes de los centros donde se llevó a cabo (los sacerdotes de las parroquias, el centro educativo “San José de Calasanz” representado por su conserje a nuestro servicio todo el tiempo y el director del Museo de la Alhajas.
• El buen tiempo; por qué no
• La paciencia de todos los asistentes
• El buen equipo de trabajo que llevó a cabo la preparación del Encuentro.
• La ayuda, a la hora de avanzar, del delegado de catequesis.
Este año el tema que se trabajó llevaba el título: “El catequista, persona que acompaña y comparte” . Por eso el relato de Jesús con los discípulos de Emaús orientó y enmarcó el Encuentro y la reflexión.
Así trascurrió el día:
Tras reunirnos a la puerta de la iglesia de “El Salvador”, pasamos dentro después a recoger el material de trabajo y comentamos el día con la “Oración de la mañana” y con un breve explicación tanto de la historia de dicha Iglesia, como de lo que se puede ver en su interior.
A continuación se dividió la jornada matinal en tres partes:
La ponencia a cargo de Nieves Fernández Núñez, hija de la Caridad y profesora de Avilés. “Nos dejó unas cuantas buenas ideas, pero también unas cuantas “lanzas” para despertarnos”.
El trabajo en grupos donde, aparte de reflexionar, se llevó a cabo un encuentro de “tú a tú” entre personas de diferentes lugares que se ocupan de lo mismo.
La celebración litúrgica donde aparte de leer el relato de Emaús, se puso en común tanto las reflexiones de los diferentes grupos como las canciones preparadas para tal fin. Y que finalizó con la “oración final”.
Y como no, llegó la comida: por supuesto, compartida y amena.
Cada grupo preparó comida y postres para compartir. Las canciones y el buen humor no faltaron.
Para finalizar la jornada, ya por la tarde, la visita turística a la Iglesia de Santa María, al Museo de la Alhajas y a la capilla de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Pero cuando acabó la visita turística, hubo que volver “a casa” porque a veces las distancias mandan.
Tere Herrero