-Nuestro obispo D. Jesús y varios miembros de la delegación de Pastoral de la Salud, junto con nuestro delegado diocesano, participaron en estas jornadas
Con la eucaristía, celebrada este miércoles a las 13,30 h en la Basílica y presidida por el Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz Montes, se clausuraba en el Santuario de Covadonga el XLI Encuentro Interdiocesano de Pastoral de la Salud, que había dado comienzo el pasado lunes, día 11. En esta ocasión llevaba por título «Dar esperanza en la tristeza», en línea con el último mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial del Enfermo, que tenía como lema «No conviene que el hombre esté solo. Cuidar al enfermo cuidando las relaciones». En él participaron más de 80 personas, procedentes de las diócesis que componen la Provincia Eclesiástica: León, Oviedo, Santander y Astorga.
«La importancia de este encuentro en Covadonga es, primero, el trabajo conjunto de las diócesis de la Provincia Eclesiástica y los que estamos involucrados en este área pastoral de la atención a los enfermos, a sus familias, en domicilios y hospitales, para que podamos tener unos puntos comunes y también unas orientaciones de cara a hacerlo lo mejor posible, en esa vivencia de la fe y del acompañamiento en un momento tan importante como es la enfermedad, donde hay que estar junto al enfermo y también junto a la familia», explicaba el Delegado episcopal de Pastoral de la Salud en la diócesis, el sacerdote Adolfo Álvarez. Por eso, las ponencias de este año han girado en torno a «los diferentes momentos de la enfermedad», afirmó. «Primero, cuando aparece la enfermedad, con la atención a la familia, para asumir esa realidad; después también, si esa enfermedad se prolonga, entran en juego los cuidados paliativos y finalmente si fallece, saber cómo acompañar en este proceso. Que tengamos, en definitiva, una formación común, nos conozcamos y podamos animarnos para hacerlo lo mejor posible».
Eucaristía de clausura, en la Basílica El Delegado Episcopal de Pastoral de la Salud de la diócesis de León, Hematólogo en el Hospital Universitario de León, Fernando Escalante, intervino el lunes con la ponencia «Alianza Terapéutica: el sitio de nuestro encuentro», un concepto que implica que «todos tengamos algo que decir en cuanto a la enfermedad: el enfermo, los cuidadores, los familiares, los profesionales sanitarios y Pastoral de la Salud», explicaba Escalante. «Es importante ayudarnos y escucharnos activamente para mejorar la asistencia y la vida en la enfermedad. Mejorar los procesos, las formas de acercarnos, ayudarnos sin juzgarnos, e informarnos y formarnos los unos por los otros: no solo ser empático el profesional con el enfermo, sino el enfermo con el profesional también. Para entendernos, hay que escucharnos», destaca.
El martes participó el religioso Camilo Carlos Bermejo, Director del Centro San Camilo de Humanización de la Salud, en Madrid. Su ponencia se centraba en el «Acompañamiento de larga duración», y finalmente el miércoles la Enfermera de Paliativos del Hospital del Bierzo Encina Castro, habló sobre los «Tipos de duelo y trabajo interdisciplinar dentro del afrontamiento del duelo», explicando «la importancia del duelo, los diferentes tipos y cómo acompañar en el proceso de la muerte para evitar un duelo patológico. El cuidador principal –explicó Encina Castro– es el familiar, indiscutiblemente, y desde Paliativos cuidamos ambos, enfermo y familia, intentando romper el pacto de silencio, porque es importante que sea el propio enfermo el que tome decisiones en el último momento de su vida».