La Navidad es, ante todo, la Fiesta del Niño y de los niños. De ahí que un año más, el 25 de diciembre, Día de Navidad, los niños de la parroquia de Santo Tirso de Veigamuiños, vestidos de pastores, zagalas, estrellas, ángeles, magos, “galeguiños”, María, José, etc…, ofrecieran con mucha ternura en toda su pureza, y como regalo al Niño de Belén y a todos los asistentes a la misa, la escenificación en verso de “El Misterio de la Navidad”. El objetivo ha sido hacer partícipes a los niños de la catequesis del significado de la Navidad y del misterio de la encarnación del Hijo de Dios; o como ellos mismos expresaron:
“Nunca en nuestra historia humana
ocurrió algo similar:
que el mismo Dios en persona
nos viniera a visitar…
Los niños de catequesis
llenos de alegría y gozo
te pedimos con amor
que te quedes con nosotros.”
Organizado por el equipo de catequistas, unos cuarenta niños escenificaron un Belén viviente donde han recogido los distintos pasajes bíblicos: la Anunciación del arcángel San Gabriel a María, la aparición en sueños del ángel a José, la posada, el nacimiento en el portal, la aparición de los ángeles a los pastores y su adoración al Niño Jesús y la visita de los Magos de Oriente. Con ello nos han ayudado un año más a Vivir la Navidad, o lo que es lo mismo: a encontrarnos con “un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre...”, un niño que es la gloria de Dios, un niño que es la paz para los hombres y mujeres del mundo entero, porque Dios nos ama. En el Niño nacido en Belén, hombre como nosotros que ha caminado nuestro mismo camino, vemos presente toda la plenitud de Dios, toda la gracia de Dios, todo el amor de Dios. Y mirándolo a él, siguiéndolo a él, uniéndonos de todo corazón a él, sentimos que nuestra vida se llena de fortaleza, de generosidad, de paz, de esperanza, de apertura a los demás. Se llena de la vida misma de Dios. Enhorabuena y felicidades a los niños y a sus catequistas.