El viernes día 1 de octubre ha tenido lugar la bendición e inauguración del Aula Magna del Seminario de Astorga para el público en general.
Tras una seria intervención, exigida por el grave deterioro que sufría, ha sido por fin inaugurada una obra que lleva ya un año concluida, pero que por la pandemia no se había podido presentar.
Por la tarde, se ha celebrado el acto de inauguración para la ciudad, a las 20:30 y en el que han participao varias autoridades locales.
Este espacio que data de 1864, como ha explicado el responsable del archivo diocesano, Miguel Ángel González, ha sido punto clave en la vida del seminario a lo largo de las décadas. Presidida por una Inmaculada de Bayeu llegó incluso a hacer las veces de capilla. Ahora, antes de la remodelación, la carcoma y los hongos habían podrido buena parte de la madera.
Se han salvado todas las piezas posibles y otras muchas se han hecho de nuevo siguiendo el mismo estilo para que él Aula Magna mantenga el mismo aspecto, como ha explicado el ebanista Eduardo Morán que ha detallado todo el proceso.
El rector del Seminario, Enrique Martínez, y el obispo, Mons. Jesús Fernandez, han destacado la importancia de la cultura y la Fe. Es por eso que han abierto el aula Magna a la ciudadanía e instituciones académicas para que siga siendo un lugar de pensamiento y cultura.
De hecho esta reforma, costeada íntegramente por el obispado, se ha acometido por preservar el valor histórico y artístico del salón pero sobre todo pensando en el futuro “porque nos importa la cultura”, ha dicho Enrique Martínez.
El acto ha comenzado con la melodía del Gaudeamus Igitur, interpretado al violin por Marta Álvarez.