Con este lema tan contundente Cáritas Española, junto con la otra organización agrupada en la Federación de asociaciones de centros para integración y ayuda a marginados (FACIAM), organiza el día 25 de octubre una jornada de reflexión para dar a conocer la realidad que existe en nuestra sociedad y denunciar la situación de las personas sin Hogar en el país. Este año tan especial debido a la pandemia que estamos padeciendo como sociedad, estas personas, pobres entre los pobres, son las más vulnerables y expuestas a caer en la pobreza y en la marginación. Por este motivo, pero siempre en positivo, con esperanza, denunciamos alto y claro Nadie sin Hogar es posible, este año bajo el lema “No tener casa mata”
Según la Fundación Foessa, en España hay 1,3 millón de hogares y medio millón de personas sufren inseguridad y vivienda inadecuadas, de esas unas 33.275 personas son las que están en la calle, por lo que son los potenciales usuarios de los diferentes albergues que hay en nuestro país, principalmente regentados por las diferentes Cáritas Diocesanas, Entidades religiosas y en menos medida por las Administraciones públicas.
La vivienda es un derecho humano necesario para preservar la dignidad de las personas. La pandemia que sufrimos, provocada por el Covid 19, nos ha situado ante una sociedad frágil, vulnerable necesitada de defensa y protección frente al coronavirus ya que no tener casa significa inseguridad, riesgo, falta de higiene, protección, … en definitiva: “Matar los sueños, la salud y los derechos”
Cáritas Nacional, y por tanto Cáritas Diocesana de Astorga, solicita a las Administraciones públicas en el documento “Análisis y propuesta para la (RE)construcción”:
• Una Ley estatal de garantía de acceso a la vivienda
• Promoción, rehabilitación y mantenimiento de un parque público de vivienda
• Definir una estrategia de lucha contra la exclusión residencial y sin hogarismo.
• Paralizar los desahucios y desalojos con un alojamiento alternativo
En nuestra Diócesis cuenta con dos albergues para atender a las personas con estas necesidades. En Ponferrada el Hogar del Transeúnte “San Genadio” abrió sus puertas en el año 1990 y el comedor social comenzó a funcionar en 2010. Tanto el servicio de hospedaje como de comidas está activo desde entonces los 365 días al año. En Astorga funciona “La Casita de San José”, Albergue de corta estancia, regentado por Cáritas Diocesana. que de lunes a viernes da un servicio de manutención, ropero, lavandería, etc… se acoge a las personas de forma integral, y se les aconseja y orienta a que se dirijan a los albergues de larga estancia que Cáritas regional tiene para una atención completa con profesionales que les puedan ayudar a normalizar su vida.
El número de personas que se atiende en la Casita de San José es de 387 anuales, de los cuales 379 son hombres y 8 mujeres, un 72% son españoles y 17% son de la Unión Europea, por lo que un 11% podrían considerarse extranjeros.
La mayoría están comprendidos entre 40 a 65 años, por lo que podemos decir sin equivocarnos que el prototipo sería un varón, español, de media edad, con diferentes problemáticas: paro, problemas socio-sanitarios (tanto de comportamiento como patologías de adicciones, trastornos psiquiátricos, de afectividad o comportamiento).
La financiación de la Casita de San José es gracias al esfuerzo del Obispado de Astorga, Cáritas Diocesana y una subvención de la Junta de Castilla y León.
Por todo esto, desde Cáritas Diocesana de Astorga nos sumamos al mensaje de Cáritas Nacional: Nadie sin Hogar.
Juan Manuel Prieto Álvarez Responsable de Casita San José