La diócesis de Astorga cuenta con dos sacerdotes pertenecientes al IEME
El día 6 de enero tiene lugar la colecta pontificia dedicada al Catequista Nativo y al IEME, Instituto Español de Misiones Extranjeras.
El Instituto Español de Misiones Extranjeras (I.E.M.E) es un cauce, una forma concreta que se ofrece a las diócesis españolas, concretamente a los sacerdotes, para realizar "la misión, tarea de todos". Todas las diócesis tienen que participar en la misión universal; ellos ofrecen un camino para hacer eso realidad. Esta es su aportación humilde, desde la fe en Jesús, el gran misionero.
Un detalle importante: la misión no la hacen individualmente, es una característica también esencial para ellos, se asocian con otros sacerdotes de las diócesis para realizar la misión; van en grupo, con otros. Resumiendo en una sola frase, son SACERDOTES DIOCESANOS ASOCIADOS PARA LA MISIÓN.
Para su próxima Jornada nos invitan a reflexionar bajo el lema "El catequista, rostro alegre de la Iglesia". La figura del catequista en la Iglesia es importante, pero sobre todo en aquellos lugares como África, donde el sacerdote tiene que atender pastoralmente zonas amplias y con varias comunidades dispersas en el bosque y distantes entre sí, la función y el servicio del catequista reviste unas características particulares. En gran medida, el catequista es el iniciador de la comunidad cristiana, es el que presenta los nuevos candidatos al bautismo, es el formador en la comunidad, es el gran maestro de la fe, no por profesión, sino por vocación.
África es el continente donde más está creciendo la Iglesia y la Fe. Con frecuencia niños y adultos siente la atracción de la fe cristiana no porque la hayan heredado de sus padres sino por el contacto directo con algún cristiano en la escuela, en la calle o en el trabajo. Otras veces la atracción les surge por las celebraciones litúrgicas tan ricas y expresivas, o por las actividades caritativas de la comunidad. En algunos casos la inspiración les viene a través de la vida de los sacerdotes o de las religiosas que viven y trabajan en la misión. En cualquier caso, el que desea formar parte de la comunidad se presenta, o es presentado, al catequista de adultos o de niños,
