Todavía se respira ese aroma de fiesta de la buena, en la memoria colectiva de los que participamos el pasado sábado 11 en el encuentro diocesano de agentes pastorales y participantes en la Escuela Diocesana de Evangelizadores en las Unidades Pastorales.
Presididos por nuestro Obispo, y acompañados de un nutrido número de sacerdotes, doscientos cristianos llegamos, desde distintos puntos de la Diócesis, a los pies de la Virgen de los Remedios, para vivir una jornada de fraternidad y evangelio.
Desde A Rúa hasta Los Valles, desde O Barco hasta Astorga, desde Ponferrada hasta La Bañeza, fenomenalmente acogidos por la Upa de Sanabria, con su párroco a la cabeza, sentimos la comunión de la Diócesis, y la vitalidad y la fuerza de nuestros laicos.
Un momento para la alegría compartida, para la presentación de los grupos Edeu, para el análisis y evaluación del camino recorrido, pero, sobre todo, para impulsarnos mutuamente en la `presencia del Espíritu´.
Otro momento para la Eucaristía, alimentándonos con Cristo, Pan de vida, para fortalecer los lazos de comunión que nos unen en la misión compartida, y para ponernos en manos de Dios y su voluntad.
Y un tercer momento, peregrino, después de recobrar fuerzas con la comida bajo la sombra de los castaños, para pedir la compañía, la protección y el aliento de María, la primera discípula misionera de la Iglesia.
El santuario de Otero de Sanabria fue un hervidero de gente entusiasta y feliz. ¡qué alegría, qué emoción, qué cantidad de personas unidas, con un mismo pensar y sentir. A todos, mil gracias; y hasta la próxima, que son muchos los que me han expresado su alegría de haber participado, y me han dicho: “esto hay que repetirlo pronto”.
El director de la EDEU
Herminio
