La eucaristía del segundo día del Jubileo de la Santa Cruz en la Catedral de Oviedo ha estado presidida por el Obispo de Astorga, Mons. Jesús Fernández González. Coincidiendo con el día de Nuestra Señora de los Dolores, Mons. Fernández González profundizó en el transcurso de su homilía acerca de los sentimientos de la Virgen durante el tiempo que vivió junto a su hijo, en los que «sin duda tuvo momentos de profunda alegría, pero donde también vivió la incomprensión y el sufrimiento», afirmó.
«La firmeza de su presencia junto a la Cruz contrasta con la cobardía de los Apóstoles y las burlas de los judíos. Madre, ayúdame a permanecer fiel junto a la Cruz», señaló el Obispo de Astorga. «Ella compartió los dolores de su Hijo al pie de la Cruz. Madre, dame un corazón sensible al dolor ajeno», y recordó que «María es una mujer experta en el dolor, por eso la veneramos con el título de Virgen de los Dolores», y aludió concretamente a todas aquellas madres vivientes que están sufriendo a causa de sus hijos, ante los problemas del mundo de hoy.
Al finalizar la eucaristía, que fue emitida en directo a través del Canal de YouTube del Arzobispado, se expuso el Santo Sudario para veneración de los fieles, que se acercaron parar orar ante la reliquia. Un gesto que sólo tiene lugar tres días al año habitualmente –El 14 de septiembre, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz–, el 21 de septiembre –fiesta de San Mateo– y el Viernes Santo, pero que este año se realiza todos los días al finalizar la misa jubilar, durante esta Perdonanza, para conmemorar el 1200 aniversario de la dedicación de la Catedral.
