SRS. OBISPOS DE LAS DIÓCESIS DE ASTORGA Y LEÓN
Los obispos de Astorga y León, Mons. Juan Antonio Menéndez Fernández y Mons. Julián López Martín respectivamente, oídos algunos miembros de nuestras respectivas diócesis y, sobre todo, acogido el clamor de los afectados, directa o indirectamente, por el anunciado cierre total de la factoría que la Empresa VESTAS tiene en el polígono industrial de Villadangos (León), queremos manifestar:
1º) Nuestra profunda preocupación ante un hecho que viene a sumarse a otros muchos que, de tiempo atrás, se vienen produciendo entre nosotros y que inciden grave y directamente sobre el empobrecimiento de nuestras tierras y sobre el desánimo de nuestras gentes. De manera particular nos alarma el dolor y la incertidumbre de quienes son empleados directos de la citada Empresa y de sus familias, de las empresas y trabajadores que se verán afectados indirectamente por esta decisión y de todos los ciudadanos de la provincia leonesa que percibimos cómo nuestra geografía humana envejece, se despuebla y empobrece de forma progresiva.
2º) Nuestra cercanía afectiva y efectiva (ésta especialmente a través de algunas de nuestras instituciones eclesiales, como son las parroquias y las Cáritas diocesanas) a todos y a cada uno de los afectados y a sus familias, por este cierre anunciado. Como creyentes, cuenten con nuestra oración y también con nuestra solidaridad en la medida que sea necesaria y que esté a nuestro alcance.
3º) El agradecimiento y respaldo a las instituciones públicas y a cuantas personas físicas o jurídicas se han definido claramente como contrarias a esta medida del cierre y están realizando toda clase de esfuerzos y gestiones para que esta pretendida deslocalización no se produzca.
4º) El ruego, respetuoso y exigente a la vez, de que la Empresa VESTAS proceda a reconsiderar su postura, especialmente teniendo presentes varias circunstancias que lo reclaman: los beneficios fiscales y la concesión de subvenciones que ha recibido de las Administraciones públicas internacionales, nacionales y regionales, el ejemplar comportamiento de la plantilla de trabajadores y de los proveedores, y, también, la rentabilidad económica que hasta el momento se ha venido produciendo, la cual hubiera sido imposible sin la aportación relevante de los trabajadores de la empresa.
En este sentido, sugerimos que se contemplen de nuevo las posibilidades de una renegociación dialogada entre todos los sectores implicados: la patronal, los trabajadores, las organizaciones sindicales y los organismos pertinentes de la Junta de Castilla y León, con vistas a mantener abierta la factoría de Villadangos o, al menos, a habilitar unas medidas que minimicen lo más posible los graves perjuicios humanos y materiales que ocasionará este cierre.
León, 1 de septiembre de 2018