El lunes, 27 de septiembre, fue un día de fiesta para la comunidad de las Ermitas con la llegada de su pastor. Como un buen padre, D. Jesús nos mostró cercanía, sencillez y profundidad espiritual. Nos escuchó, nos aconsejó y nos presidió la Eucaristía, como culmen del encuentro.
Con gratitud y alegría nos despedimos en el deseo de volver a vernos pronto.
Comunidad de Las Ermitas