Los peregrinos llegan a la ciudad portuguesa de Braga, sede episcopal de San Fructuoso, santo astorgano fundador de la llamada Tebaida Berciana. Allí son recibidos por el Arzobispo de Braga, el alcalde y la corporación municipal y el párroco de la Iglesia de San Francisco, donde se encuentra la Capilla de San Fructuoso, y donde se conservan las reliquias de este gran santo impulsor de monacato en España.
El Señor Obispo con las autoridades de Braga
San Fructuoso