Complementariamente a la colaboración personal de los sacerdotes se propone otra iniciativa de carácter parroquial. Hay parroquias autosuficientes que por su situación y/o actividad no tienen problemas para afrontar los gastos de su funcionamiento y acción caritativa habitual.
Con el fin de mostrar su vertiente más generosa ante las necesidades de tanta gente cercana, y también para ayudar a otras parroquias de la diócesis con menos posibilidades –ahora verdaderamente necesitadas y con muchos problemas para afrontar la normalidad de sus gastos y de seguir ayudando a sus feligreses con necesidades– se les propone a las parroquias más pudientes entregar una parte de sus ingresos habituales para salir al paso de esta situación de forma corresponsable y fraterna.