La Iglesia, para realizar la misión que Jesucristo le confió, necesita la colaboración de todos sus miembros. Mantener la actividad evangelizadora requiere un nuevo tratamiento de la acción pastoral y de la economía que la sustenta, a la vez que una implicación en ellas de todos los diocesanos. La corresponsabilidad económica es una faceta más de la corresponsabilidad pastoral.
En nuestra Diócesis hay 970 parroquias, la mayoría con poca población y escasos recursos económicos, que no pueden afrontar la conservación de sus lugares de culto. Con el propósito de ayudar a esas pequeñas parroquias desde la Diócesis han organizado la campaña “Parroquias Solidarias”. El objetivo es afrontar una obra de restauración en cada Arciprestazgo.
Esta acción se dirige a todos los que quieran colaborar: los que viven habitualmente en esas parroquias y acuden a las celebraciones litúrgicas, los que lo hacen sólo con ocasión de bautizos, bodas, funerales o fiestas, los que están de vacaciones, etc…
No piden grandes cantidades, sino pequeñas y numerosas, y por todos los medios a nuestro alcance: en efectivo, por transferencia bancaria, por el portal www.donoamiiglesia.com y por bizum (código 07836).
Es una acción de la Diócesis y para la Diócesis, un proyecto de comunión y corresponsabilidad, que se mantendrá en el tiempo, al estilo de la primera Comunidad cristiana: “El grupo de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma: nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía, pues lo poseían todo en común... Entre ellos no había necesitados, pues los que poseían tierras o casas las vendían, traían el dinero de lo vendido y lo ponían a los pies de los apóstoles; luego se distribuía a cada uno según lo que necesitaba” (Act. 4, 32-35).