Del 21 al 23 de abril 100 personas participaron en la Peregrinación Diocesana a Santiago de Compostela en la modalidad de tres días.
Acompañados de cuatro sacerdotes, los peregrinos recorrieron el Camino portugués el primer día, por Braga, Tuy, Pontevedra, Padrón e Iria Flavia. Ya en la segunda jornada, por la mañana, recorrido por el Camino del mar a Finisterre y, por la tarde, por el Camino Inglés donde visitaron el Aquarium de La Coruña.
Y llegó por fin, el gran día, el sábado 23 de abril, en el que la capital de Galicia, Santiago de Compostela, reunió a más de 1000 diocesanos, procedentes de las cuatro zonas de la diócesis de Astorga, dispuestas a ganar el Jubileo del Año Santo.
Tras un encuentro en la Plaza del Obradoiro, los peregrinos pudieron visitar Santiago de Compostela con su gran belleza monumental y comer en la Hospedería de San Martín Pinario. Previamente hubo un tiempo para la celebración de la Palabra y penitencia y el paso por la Puerta Santa y la visita al sepulcro del Apóstol.
También hubo un grupo que hizo la peregrinación a pie desde el Monte del Gozo a la Catedral de Santiago.
Ya por la tarde, sería el Arzobispo de Santiago, Mons. Julián Barrio, quien presidiría la Misa del Peregrino en cuya homilía no faltaron elogios para la Diócesis de Astorga, sus gentes y sacerdotes, referentes éstos que lleva siempre en su corazón. En representación de nuestra iglesia particular, hubo la tradicional y emotiva ofrenda al Apóstol de la mano de D. Jesús Fernández González, Obispo de Astorga.La parte musical, corrió a cargo del director del Colegio San Pablo VI de A Rúa, D, José Manuel Carrasco, quien, además de tocar el órgano, se ocupó de aunar las diferentes voces de los distintos coros parroquiales de O Barco, A Rúa Petín y As Ermitas. La interpretación del himno al Apóstol Santiago por parte de esta agrupación vocal acompañada de los registros del órgano, hizo vibrar de emoción espiritual a cuantos allí estaban.
Una jornada cargada de muchísima fe, positividad, agradecimiento, y hermosas conexiones. Ya de regreso a sus casas, los peregrinos de la modalidad de tres días, realizaron una parada ante el monumento creado en el municipio de Guitiriz (Lugo) en memoria de los fallecidos en la última peregrinación diocesana del año 1999.
