Obispo y pastor clemente, fiel siervo del evangelio, la diócesis te homenajea, y te reza desde este suelo,
fuiste un valor para nosotros, hace un año que te fuiste, y tu despedida fue tan triste, que hasta la gente asiste,
llenando la catedral de jóvenes, cofradías, y autoridades,
nunca olvidaremos aquellos momentos, de los que vivíamos contigo, y a la vera del camino,
nos hablabas de la virgen del castro a quien le tenias tanto cariño,
seguimos esperando un obispo, un monseñor que ocupe tu lugar,
pero por más que podamos esperar, no hay señal de un pastor que nos pueda guiar,
por eso Don Juan Antonio te pedimos, que intercedas por nosotros desde del cielo,
y que nuestra Diócesis consiga un camino serio, donde no haya tropiezos y estorbos
y solo bondad y amor sincero, que el señor Jesús que te llamo de lo alto,
te conceda el descanso eterno, y te habrá las puertas de su sendero,
donde no hay violencia y fronteras de odio y maldad, te reciban los ángeles y los mártires,
que te lleven hasta el altísimo,
el Dios todopoderoso que creo desde lo vacío, el mundo la tierra y la vegetación,
te llevaremos en nuestros corazones, nunca entenderemos tu marcha al cielo,
pero sabemos que estarás con nosotros al final de los tiempos,
que la Madre de Dios bajo su amparo te guarde, te proteja contra todo pecado,
rechazando las tentaciones del diablo y sus trampas que te hacen cambiar de camino,
rogaremos por ti, descansa querido hermano,
que cuando llegue la hora del juicio, en el cielo estaremos contigo.
Samuel Rodríguez Villar.