Diócesis de Astorga

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UN NUEVO DIÁCONO PARA LA DIÓCESIS DE ASTORGA

12 - octubre - 2020
  •  El nuevo diácono tiene 24 años y es natural de Robledo de la Valduerna

 A pesar de las circunstancias especiales que estamos viviendo, a causa de la pandemia del COVID19, fueron muchas las personas que se acercaron a la S.A.I. Catedral de Astorga el lunes 12 de octubre, fiesta de la Bienaventurada Virgen María del Pilar, para acompañar a Álvaro Lobato en su ordenación de diácono.

 Una bonita y cuidada celebración, con el 50% del aforo permitido y en la que se respetaron las medidas sanitarias exigidas, que estuvo amenizada por la Coral Excelsior de Astorga. Un numeroso grupo de sacerdotes, de amigos de Álvaro procedentes de León, Santiago de Compostela, Madrid y presidida por El. Sr. Obispo, D. Jesús Fernández González, acompañado del Vicario General, del Cabildo Catedral y de los Rectores de los Seminarios.

 El prelado asturicense recordó a Álvaro en la homilía que “Dios ha estado grande contigo, con tu familia, con tu comunidad parroquial de origen, con nuestra Iglesia y todos estamos alegres. Pero eres consciente también de la responsabilidad que adquieres y de las dificultades de la respuesta en el día a día. Seguro que experimentarás tu debilidad, la pequeñez propia de todos los llamados. No olvides entonces la confesión de San Pablo: “todo lo puedo en aquel que me conforta”. A lo que añadió: “No dejes tampoco de alimentar tu vida espiritual en la Eucaristía, en la escucha de la Palabra de Dios, en el rezo de la Liturgia de las Horas y en los demás medios espirituales que tendrás a tu disposición”.

 D. Jesús animó también al que iba a ser nuevo diácono a ser guía: “Te encontrarás en los cruces muchos indecisos y hasta despistados, entonces tú les darás a conocer al que se presenta y es el verdadero camino, Jesucristo. Como diácono, hombre de la claridad, estás llamado a orientar a los desorientados de esta vida con la luz del Evangelio. Lo harás a través de tus predicaciones, de las celebraciones de la Palabra, en la catequesis, en las charlas y los consejos personales que puedas ofrecer.”.

“También tú has de ser una persona ejemplar. A partir de hoy entras a participar del ministerio pastoral como colaborador del obispo y de los sacerdotes. Tus acciones van a llevar el sello de la Iglesia y por lo tanto, para bien o para mal, van a ser representativas de lo que la Iglesia predica y realiza en el mundo y en la sociedad. Estarás pues disponible siempre para lo que tu obispo te pida en favor de la Iglesia. Por otra parte, no te olvides de los pobres. Cristo tuvo una predilección especial por ellos. Los enfermos, los paralíticos, los excluidos, los pecadores. Que ellos ocupen el centro de tus preocupaciones, que encuentren en ti cobijo y calor.”

Tras la homilía, el candidato se postró en el suelo de la seo asturicense durante el canto de las letanías. Mons. Fernández le impuso las manos y recitó la oración consacratoria confiriéndole así el sacramento del Orden en el grado de Diácono. Quien fuera Vicario General de la Diócesis de Astorga durante 37 años y tío de Álvaro, D. Marcos Lobato, junto al Rector del Seminario Mayor, D. Enrique Martínez, ayudaron al joven a colocarse la estola de forma terciada y a ponerse la dalmática de color azul, vestidura propia del diácono.

 Una vez revestido de diácono, el Sr. Obispo le hizo entrega del Evangeliario y le dio el beso de la Paz acogiéndolo en el presbiterio. Álvaro ofició por primera vez como diácono, asistiendo al Obispo en la celebración eucarística y ayudando en la distribución de la comunión a muchas personas que quisieron acompañarlo en este día tan importante en su vida.

 La celebración no pudo concluir con el tradicional ágape al que suele invitar a los asistentes en el Seminario, por las circunstancias que estamos viviendo, por eso el nuevo Diácono dirigió unas palabras al finalizar la celebración en las que dio gracias a todos los allí presentes: la Sr. Obispo, al Seminario, en especial a su familia y a sus parroquianos de Robledo de la Valduerna. También tuvo un recuerdo para los sacerdotes a quienes recordó que dentro de unos meses, si Dios quiere, tendrán un nuevo compañero más en el presbiterio diocesano que trabajará junto a ellos para evangelizar e hizo hincapié en que: “lo que necesita la gente no es la vacuna del coronavirus sino encontrase con Jesucristo”. 

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