VILLAFRANCA DEL BIERZO, 23 DE MARZO DE 2019
Alrededor de 200 cofrades, en su mayoría miembros de la Juntas Directivas, representantes de 45 Hermandades, Cofradías penitenciales y de gloria, y de varias Asociaciones y Agrupaciones parroquiales procedentes de diversas partes de la diócesis -especialmente de las zonas de Astorga y El Bierzo- respondieron a la convocatoria realizada por la diócesis para participar en el VII ENCUENTRO DIOCESANO DE COFRADÍAS Y HERMANDADES, cuya preparación y organización el Sr. Obispo confió a la coordinación de la Vicaría General a través de la Delegación Episcopal de Liturgia, Piedad Popular y Causas de los Santos.
Tras la preceptiva acreditación y recogida de material, los actos del completo programa previsto se iniciaron en el Teatro Villafranquino con la proyección de un video de ambientación sobre la Semana Santa local. Después las Cofradías villafranquinas anfitrionas, el alcalde de la villa y el Obispo de Astorga dirigieron a los asistentes unas palabras de acogida y saludo.
A continuación, el Vicario General D. José Luis Castro realizó la presentación del Encuentro subrayando su presencia en el Programa Pastoral del presente curso 2018-19 por entenderse su propuesta como un medio muy válido de conocimiento mutuo, convivencia fraterna, celebración conjunta y formación cristiana específica para las Cofradías diocesanas. También señaló que el contenido del Encuentro pretendía en esta ocasión centrarse en los aspectos generales básicos en los que se debe sustentar la vida de cualquier Cofradía o Asociación religiosa: su relación ineludible con la Iglesia y la parroquia, los fundamentos canónico-pastorales necesarios para su eclesialidad, así como otras consideraciones legales de carácter civil que también son importantes dentro de la sociedad en que nos movemos. Recordó, asimismo, las claves de la identidad y la naturaleza de las Cofradías como asociaciones de fieles aprobadas y erigidas por la autoridad eclesiástica, cuyo origen y finalidad son eminentemente religiosos.
En un segundo punto de su intervención evidenció el lugar relevante que las Cofradías ocupan dentro de la Iglesia y de la diócesis, y se propuso remarcar cinco fundamentos que comprometen la vida de cualquier Cofradía o Asociación eclesial:
COMUNIÓN, pues la fe cristiana tiene una dimensión esencialmente eclesial y el cofrade debe manifestarse como un miembro vivo de la Iglesia, maduro en la fe y unido a ella.
EVANGELIZACIÓN, pues la comunión es para la misión y el cristiano cofrade no puede automarginarse o ponerse de perfil para que sean otros los que actúen. Por eso debe implicarse en la catequesis, en la vida litúrgica, en la organización caritativa parroquial o en los Consejos Pastorales.
CELEBRACIÓN, pues hay que evitar un culto separado de la fe. El culto público no significa limitarse a los desfiles procesionales o a una expresión pública folklórica o costumbrista, sino que va unido a la celebración litúrgica habitual de la Iglesia.
FORMACIÓN, pues las Cofradías, bajo la guía y el acompañamiento del Consiliario, nunca debieran olvidar la formación para dotarse de un laicado maduro y misionero, valorando la calidad de sus miembros y no tanto la cantidad.
CARIDAD, pues las Cofradías y Asociaciones religiosas deben ser cultivar la fraternidad y preocuparse por la atención y promoción de los necesitados que viven a su lado, luchando por la justicia y el bienestar de todos en su entorno.
Expresó, por último, algunas esperanzas que se pudieran impulsar a raíz de este Encuentro Diocesano referidas, sobre todo, a una más íntima conexión y mayor colaboración entre las Cofradías y las parroquias, en particular, y con la diócesis de Astorga, en general. Así pronunció su deseo de que cada Cofradía fuera más una realidad rica en la fe antes que en los bienes, una verdadera comunidad fraterna y participativa que fomentara el ser semillero de vocaciones cristianas (tanto para la vida matrimonial, como para la vida consagrada y la vida sacerdotal) y se mostrara como una fuerza dinamizadora dentro de la diócesis, participando activamente en los servicios y actividades parroquiales.
La ponencia principal con el título “Cofradías y parroquia: un camino común” estuvo a cargo del sacerdote extremeño D. Pedro Fernández Amo, delegado episcopal de Religiosidad Popular y delegado para las Hermandades y Cofradías de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz. En ella abundó primeramente en la idea de que ser cofrade supone ser colaborador en la tarea evangelizadora de la Iglesia y transmitir la alegría del evangelio, especialmente en las instituciones eclesiales más cercanas como son la parroquia y la diócesis. Después, subrayó la íntima conexión que existe entre la vida cristiana y la comunión eclesial, refiriéndose en particular al origen, espiritualidad, fuentes y dinamismo de la misma, sin la cual no se puede entender ni el origen ni el ser ni el actuar de las Cofradías y las demás Asociaciones de fieles en la Iglesia.
Por último, se refirió a diversas formas y cauces de integración y participación de las Cofradías en la vida de la Iglesia, indicando algunas realidades que funcionan con éxito en diócesis donde las Cofradías y demás Agrupaciones parroquiales han optado por tener una vida muy activa y una presencia muy dinámica todo el año, como son: los Consejos de Pastoral (parroquiales, arciprestales, diocesanos), la relación y colaboración mutua entre las Cofradías y Hermandades de una misma ciudad, las Agrupaciones arciprestales de Cofradías y la conformación del Consejo diocesano de Cofradías y Hermandades.
El final de la mañana se realizó en la Colegiata de Villafranca dando espacio a la oración conjunta con el rezo solemne del Vía Crucis de la Santidad, compuesto de forma especial para rezarse en este Año Diocesano de la Santidad.
Tras la comida, se procedió por la tarde a desplegar de nuevo en el Teatro Gil y Carrasco el mural informativo sobre temas de actualidad relevantes para las Cofradías para los que la diócesis se ofreció como asesora para quien la necesitara. En el Mural los asistentes escucharon con atención la aportación que hicieron los ponentes expertos invitados al Encuentro: D. Fco. Javier Gay, Secretario-Canciller del Obispado, que expuso la necesidad de que todas las asociaciones de la Iglesia realicen la adaptación y reconocimiento legal de los Estatutos y la adecuación a la nueva Ley de Protección de Datos.
El abogado D. Marco Antonio Morala hizo una interesante aportación sobre la importancia de trabajar desde ahora para adecuarse legalmente a diversos temas económicos y fiscales que afectan muy directamente a la actividad de las Cofradías (ingresos por actividades no religiosas, pagos a profesionales, arrendamientos, declaraciones fiscales, ingresos por cuotas y por donaciones, venta de recuerdos, etc.), lo cual suscitó un animado debate entre los responsables de las mismas donde se aclararon dudas e incertidumbres.
La última aportación en el Mural la hizo Dña. Mª José Díez Alonso, recientemente nombrada delegada episcopal para la Protección de los Menores y Acompañamiento de las Víctimas de Abusos, que abordó el delicado asunto de la prevención y actuación ante casos de abusos a menores, especialmente dirigido a las personas que en las Cofradías realicen actividades con niños y adolescentes.
El punto final al VII Encuentro Diocesano de Cofradías y Hermandades lo puso el Sr. Obispo de la diócesis Mons. D. Juan Antonio Menéndez, que agradeció la valiosa contribución de los ponente, así como la presencia y el interés de los participantes, animando a todos los cofrades a intensificar su colaboración en las parroquias y a reforzar los lazos de comunión y actividades conjuntas de diversos tipos (institucionales, formativas, convivenciales, celebrativas, solidarias, pastorales) en la diócesis de Astorga.
José Luis Castro Pérez
Vicario General
Delegado Episcopal de Liturgia, Piedad Popular y Causas de los Santos
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