Prosigue la visita del Sr. Obispo a las parroquias atendidas por D. Agustín Rubio Huerga. El Sr. Obispo en sus homilías comentó la parábola de la semilla de mostaza. Jesús es el sembrador. La semilla tiene la capacidad de germinar fruto: efecto de una siembra en una tierra que somos nosotros, y Él es la semilla buena. El Señor siembra en nosotros su Amor. Esto nos llena de especial responsabilidad, especialmente a los obispos y sacerdotes. Hoy recordamos a Timoteo y Tito, cercanos a S. Pablo. Cuando les escribe una cariñosa carta les alaba por su fe y les anima a avivar la semilla de la Gracia. Tenemos que cuidar la tierra de nuestra vida con la formación permanente. Todos somos tierra que acoge para convertirnos en sembradores de lo recibido.
La primera parada de D. Jesús en esta jornada tuvo lugar, a las 11:00h, en la capilla del Bendito Cristo de Lobeznos. También tuvo tiempo D. Jesús para visitar la iglesia parroquial, dedicada a Santa Eulalia, de esta localidad, donde tuvo lugar un responso por los difuntos del lugar además del saludo a vecinos allí presentes.
En Castro de Sanabria, el prelado asturicense visitó en primer lugar la iglesia parroquial de San Isidoro y la capilla del Santo Cristo de la Piedad. También tuvo un momento de oración por los difuntos de esta parroquia en el cementerio.
También se acercó D. Jesús en esta intensa mañana a conocer la parroquia de San Amaro y a los feligreses de Triufé.
Ya por la tarde, la visita comenzó en la parroquia, dedicada a Santa Marina, de Rihonor de Castilla y concluyó en la iglesia conventual de San Francisco de Puebla de Sanabria en la que presidió la Eucaristía dentro de la Novena de la Virgen de las Candelas que se encuentran celebrando.
