La presentación de la finalización de las obras tenía lugar el miércoles 24 de mayo
El recinto fundado por San Fructuoso ha vuelto a la vida gracias en gran parte a la rehabilitación de ala oriental, donde se han habilitado más de 790 metros cuadrados (con la restauración de la planta baja y la primera planta) con el objetivo de seguir dando forma al proyecto Genadii. una inversión de casi un millón de euros (972.000 euros), que permitirá utilizar este espacio como centro de recepción de visitantes, así como para albergar distintas iniciativas socioculturales turísticas relativas al Valle del Silencio y al Valle de Oza, como el centro de interpretación de la Tebaida berciana.
El vicario general de la Diócesis de Astorga, José Luis Castro, fue el encargado de bendecir el edificio y recordó que la vida ha vuelto al recinto monástico el día de San Genadio «el primer reconstructor del mismo». También resaltó que en 2019 se cumplen 1.100 años de la reedificación, por lo que «sería una buena oportunidad para realizar una intervención en la iglesia».
la Fundación Hospital de la Reina ha sido uno de los pilares fundamentales en esta intervención. Su administrador, D. Antolín de Cela, denominó la rehabilitación como «un gesto de corazón hacia las gentes de estos valles», recordando lo que ellos en un primer momento aportaron a la Fundación.La idea del rector de la Basílica de la Encina, promotor de estas obras, es que las obras de recuperación del Monasterio continuen y lo hagan reparando la iglesia, con la que le gustaría contar en 2019.
Estas obras, promovidas por la Real Fundación Hospital de la Reina, han supuesto un presupuesto de casi un millón de euros, financiado por el Ministerio de Fomento (el 50% de la inversión), a través del Programa 1,5% Cultural; por la Consejería de Fomento de la Junta de Castilla y León (el 40%), y el resto por la Real Fundación Hospital de la Reina. La nueva sala polivalente requirió la instalación de una estructura interna de madera y la reconstrucción de los muros de piedra. Las obras fueron ejecutadas por la empresa especializada Trycsa, que había sacado adelante proyectos en fortalezas bercianas como el castillo de Ponferrada o el de Cornatel.
Bendición de las obras en el interior del monasterio