Después de paciente espera, se ha celebrado en Segovia del 12 al 15 de agosto la XIV Asamblea General de la HOAC, en la cual el Obispo D. Jesús Fernández y 8 miembros de nuestra Diócesis, entre ellos D. Fco. Redondo estuvieron presente en ella.
En octubre de 2021 arrancaba el proceso a seguir para la celebración de la Asamblea. Igualmente, en ese mes comenzaba la convocatoria para iniciar el proceso sinodal. A finales de mayo de este año tenían el Instrumento Laboris para la primera sesión del Sínodo, más o menos coincidiendo con los materiales a trabajar en la Asamblea General de la HOAC. Ambos son plasmación del camino recorrido, pero sobre todo están llamados a ser la hoja de ruta a seguir: providencial coincidencia.
El lema de la Asamblea: TENDIENDO PUENTES, DERRIBANDO MUROS se concreta en la misión evangelizadora en el mundo obrero y del trabajo con la expresión tejiendo vínculos de fraternidad. Cuando nos fijamos en alguien tejiendo: ¡cuánta paciencia, cuánto tiempo, cuánto mimo, cuanta entrega! O lo que es lo mismo expresado en verbos de acción: acompañar, cuidar, formar, vincular… El Papa Francisco expresa dicha vinculación en Laudato Si (240): “todo está conectado, y eso nos invita a madurar una espiritualidad de la solidaridad que brota del misterio de la Trinidad” y en Fratelli Tutti expresa dicha vinculación con el paso del “yo” al “nosotros” en el compromiso de vivir la fraternidad. Ambas exhortaciones del Papa sirven de referencia para la concreción de la misión evangelizadora de la HOAC en este momento histórico social y eclesial. El Papa nos advierte del peligro de que los documentos queden en letra muerta. La HOAC se cualifica en vivir la doctrina social de la Iglesia encarnándose en la realidad del mundo obrero empobrecido.
Aquí podemos leer la carta que con mucho cariño el Papa Francisco nos ha enviado a la HOAC. También el Comunicado final de la Asamblea y las resoluciones, así como otras intervenciones de los obispos, sindicatos e instituciones invitadas.
La XIV Asamblea ha sido un acontecimiento gozoso. Los ochocientos participantes han sentido con Cristo, con la Iglesia y con el mundo del trabajo que han de ejercitar la paciencia, que genera probada virtud, para ir sembrando el Reino de Dios con esperanza. Con todos los participantes, con Guillermo Rovirosa y con el papa Francisco quieren decirles “ánimo”, “ahora más que nunca”, “no os dejéis robar la esperanza”.
