JUNTA GESTORA DE CÁRITAS DIOCESANA:
Delegación episcopal de Acción Caritativa y Social
Artículo 65
§ 1. La Delegación episcopal de Acción Caritativa y Social colaborará con el Obispo –que preside la caridad de la Iglesia local– en su solicitud por que la Iglesia diocesana viva la diaconía con especial atención a los pobres y los descartados por la injusticia. § 2. En el cumplimiento de esta tarea, la Delegación:
1.º Promoverá, apoyará y coordinará todo tipo de acciones de mentalización dirigidas a que los cristianos sepan mirar a los pobres con la mirada misericordiosa de Dios, que se nos ha manifestado en Jesús, tratando de hacer suyos los mismos sentimientos y actuaciones de Cristo respecto de ellos.
2.º Velará para que, respetando toda iniciativa individual, se ofrezcan a los fieles y a todos los hombres de buena voluntad cauces de organización adecuada de servicio a los pobres, contando con la ayuda de las ciencias sociales y de las modernas técnicas de organización, en plena fidelidad a las motivaciones evangélicas y al carácter eclesial del servicio a los pobres.
3.º Cuidará que los distintos servicios diocesanos de atención a los pobres estén siempre orientados a la relación personal con aquéllos a quienes hay que prestar ayuda, de suerte que esta relación interpersonal ocupe un lugar preeminente en el seno de cada institución y en la relación entre las mismas.
4.º Promoverá y difundirá el conocimiento de la realidad actual de la pobreza y de las causas que la originan, con particular atención a su dimensión universal, condición necesaria para responder eficazmente al reto que los pobres plantean a la voluntad de amarlos y servirlos de la Iglesia.
5.º Promoverá, acompañará y coordinará la adecuada formación y capacitación para la acción caritativo-social de los agentes de la pastoral de la caridad y de los cristianos presentes en la vida sociopolítica.
§ 3. Cáritas Diocesana, como organismo oficial de la Iglesia para la acción caritativa y social, será la principal institución a través de la cual la Delegación llevará a cabo su misión. Cáritas se regirá por sus propios estatutos aprobados por el Obispo.
§ 4. También estará integrada en esta Delegación episcopal, la Delegación de Manos Unidas, que será, en la Diócesis, un instrumento privilegiado para impulsar la cooperación de la Iglesia diocesana en el desarrollo de los pueblos y países de modo que se alcance un día la meta de la erradicación de la pobreza y del hambre que afecta a tantas personas en el mundo actual.